Un "hombrejer" embarazada (o) Una corte local ha multado a un joven africano del sur que se fue a la playa para jugar jooky y regresó preñadoJohannesburgo.- Un sudafricano de 27 años fue multado con 1.000 rands (137 dólares) por engañar a sus jefes con un justificante médico de un ginecólogo, después de una ausencia laboral de una semana.
Según el medio digital "News24", el magistrado del tribunal de Vereeniging, a 70 kilómetros al sur de Pretoria, la capital sudafricana, escucho el lunes como Charles Sibindana había robado un certificado del centro clínico de esa ciudad durante el chequeo médico de su novia embarazada.
Entonces, el joven, que lleva una semana sin acudir al trabajo, falsificó los datos, cambió los detalles y envió la carta a los responsables de su empresa.
"Sus empleadores ‑dice la noticia‑ sospecharon porque él era un hombre, no una mujer preñada, e investigaron".
El juez, Bruno van Eeden, humorísticamente advirtió a Sibindana que "no anduviera por ahí con justificantes médicos falsos de ginecólogos" porque él no estaba embarazado.
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Niños de la India en medio de sus carencias vitales, 
El reverendo Larry Stockstill, durante el servicio en el que leyó la carta de Haggard a su congregación.
-DE EL PAIS.Es,-
Ted Haggard fue acusado de haber pagado a "otro hombre" para mantener relaciones sexuales.
El comillado es del editor, porque no entendemos que un "hombre" pague a "otro" para tener unas irregulares relaciones sexuales, el pastor debió decir que pagó a otro homosexual. La homosexualidad es un género irregular y no tenemos objeciones a quienes lo sean y no estamos de acuerdo con la marginación sexual y social a que se les somete; pero es hora de que sean identificados correctamente y hombre que hace sexo con otro hombre o mujer que lo hace cono otra mujer; es homosexual. El término correcto para indicar sus actividades de sexo es relaciones homosexuales y no sexuales. (MI)
El líder cristiano evangélico estadounidense Ted Haggard, destacado oponente de los matrimonios homosexuales, se ha declarado hoy culpable de "inmoralidad sexual", tras haber sido acusado de mantener relaciones con un prostituto. En una carta a su congregación de la Iglesia de la Nueva Vida en Colorado Springs (Colorado), leída por un clérigo durante un servicio religioso, Haggard asegura que lleva mucho tiempo en la lucha contra esa "parte repulsiva" de su vida.
"Soy culpable de inmoralidad sexual. Soy un mentiroso y un embustero. Hay una parte de mi vida que es muy oscura y repulsiva, y llevo combatiendo contra ella toda mi vida adulta", ha revelado el reverendo.
Dimisión
Haggard había presentado su dimisión el sábado como líder de su iglesia y de la Asociación Nacional de Evangélicos -que agrupa a unos 30 millones de fieles- después que una investigación interna le encontrara culpable de "conducta sexual inmoral". El prostituto masculino Mike Jones acusó esta semana a Haggard de haberle pagado durante tres años para mantener relaciones sexuales.
El reverendo negó las acusaciones en un primer momento, aunque después admitió que había pagado a Jones para que le proporcionara metanfetaminas -que aseguró que después había tirado sin usar- y un masaje en un hotel de Denver (Colorado).
Avergonzado
En la carta a su congregación, Haggard se declara avergonzado de su conducta y se disculpa con los fieles, a los que insta también a perdonar a quien le ha acusado.
Haggard, de 50 años, casado y con cinco hijos, y una de las figuras más reconocibles del movimiento evangelista en EE UU, fue incluido por la revista Time en su lista de 25 líderes evangélicos más influyentes y asesoró a la Casa Blanca.
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Los hermanos Layton y Kaydon Richardson son mellizos, pero son muy distintos pues aunque nacieron en el mismo parto, son de diferente color.
Los gemelos de diferente color nacieron el 23 de julio en Middlesbrough, Reino Unido. Según los expertos, es un caso muy raro, sólo se da en uno entre un millón.
La madre de los bebés, Kelly Richardson, declaró al diario británico The Northern Echo que cuando nacieron nadie notó nada extraño pues eran iguales, pero conforme crecieron un poco, “Layton se fue haciendo blanco y güero, como su papá, y Kaydon se fue oscureciendo, como yo”.
La joven de 27 años considera que es posible que les cueste trabajo crecer juntos pues cuando va por la calle muchas personas los miran extrañados, aunque “yo los veo aún más especiales”.
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